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Entradas

Los Carnavales

Para la época de Carnaval y Navidad se acostumbraba a cortar la calle para bailar y celebrar entre los vecinos. “El carnaval era hermoso porque jugábamos con agua, papel picado, poníamos música ¡Nos divertíamos mucho! Todo entre familias, sanamente, y muy lindo. Yo los esperaba arriba en la terraza y cuando iban pasando les zampaba el balde de agua. Esas cosas que por lo general siempre existen en los barrios.” Así nos cuenta Reina cómo festejaban el carnaval en aquellos años. Hoy, en su lugar, se hacen los Carnavales Populares de Alberdi que tienen como anfitriones a la Murga “Lxs Descontroladxs de Alberdi”. La Murga trabaja en pos de la memoria y la identidad barrial, haciendo festivales en distintos puntos del barrio, entre otros la Plaza Colón (Plaza Comechingona) y el pasaje Verna. Gracias Reina del Rosario Gómez y Murga "Lxs Descontroladxs de Alberdi"

La demolición de la chimenea

Fueron casi nueve décadas las que vivió la emblemática chimenea de la ex Cervecería Córdoba. Por esta razón, Pablo nos cuenta acerca de cómo recuerda el momento en que, un 15 de abril de 2010, la construcción se fue abajo en manos de una empresa que prometía un predio de torres con departamentos (que además, velaban por sus intereses creados, comerciales y personales). La resistencia y fuerte rechazo de los vecinos como también de ex-trabajadores de la fábrica fue constante y activa. Lamentablemente, Pablo recuerda aquel día ver a su madre  -protagonista principal por cuestiones generacionales- romper en llanto, colmada de tristeza, mientras veía caer parte de su historia y la de muchos vecinos. Reina, también vecina del barrio, nos habla de una sensación similar, esta vez, contada en primera persona. Ella recuerda los encuentros y reuniones que hacían junto a otras personas para defender y luchar contra la demolición de la chimenea, ya que ella como muchos otros habitantes d...

El Almacén Victoria

En la esquina de las calles Neuquén y Colón se encontraba el almacén “Victoria”, el último almacén de ramos generales que funcionó en Alberdi. Perteneciente a una familia turca, quedará en el recuerdo de todos los estudiantes y vecinos la mesada de mármol, la estantería altísima de madera, los cajones y las botellas antiguas. “Ustedes entraban y encontraban desde un rallador para zanahoria hasta un par de alpargatas. De todo!. Conservaban esos estantes de madera, las cajoneras con puertas de vidrio, donde se veían los fideos, la yerba, si querías todo suelto. Tenías las cucharas, una máquina registradora antigua que le daban manija. Me acuerdo todas esas cosas. La viejita tenía un bracerito, porque cocinaba con carbón, ahí ponía la pava permanentemente porque, a pesar de que era turca, vieras cómo le gustaba el mate, tomaba muchísimo!. Y como me tenía confianza, yo iba siempre y me hacía pasar, me decía " vení vení pasa acá vení a tomar mate conmigo" y tomábamos mate, ...

"Tonos y Toneles"

Las peñas eran lo cotidiano en la vida de los estudiantes de Alberdi. Surgían en cualquier casa y la más tradicional era la peña Tonos y Toneles, al lado del Estadio del Centro, inaugurada en 1976 y funcionando hasta la década del 90. Se ponían los mesones largos y pasaba la guitarra de mano en mano. José Altamirano "Lunita" recuerda que “Tonos y Toneles” era una casa chiquita, un saloncito adelante, una cocina, dos baños y un patio. Él nos cuenta: “Como edificio no era nada extraordinario […] Fue muy famoso Tonos y Toneles sobre todo en la época de la resistencia estudiantil, fines de los ´60 y comienzos de los ´70”. Después del Cordobazo ya eran otros los estudiantes los que vinieron, tenía el objetivo fijo de recibirse y  a los cuatro o cinco años terminaban la carrera. Esto no ocurría en tiempos anteriores, los estudiantes eran crónicos, algunos tenían 40 ó 50 años y recién se estaban recibiendo ya que no querían dejar esa vida de estudiantes, porque fue sin ...

El encuentro de Reina y Oscar

Alberdi es también escenario de encuentros. Estos dos vecinos, se conocen en el ir y venir de las calles. Se veían cotidianamente porque ella tenía una verdulería en la zona. Nos cuenta Oscar, que el primer acercamiento fue cuando se encontraron en las torres, cerca de donde él vivía. ...entre charlas y consejos, ella le habló de que encerrarse en la tristeza no hacía bien, que lo invitaba cuando quisiera a charlar y tomar unos mates, fue un gran apoyo en el duelo de su viudez, para él. Reina nos cuenta que un día, ella estaba pegando unas baldosas en la vereda y pasa Oscar: “venga, deje, ya se las voy a pegar yo!”. Así entre picadas, cervecitas y mates, hace más de diez años que están juntos. “Yo voy a seguir apostando a la vida y al amor, de eso no quepa duda.” (Reina del Rosario Gómez) Gracias Reina del Rosario Gómez y Oscar Leguizamón

La Carlina

En la calle Remonda esquina Colón funcionaba uno de los tantos lugares de reunión de los estudiantes, hacia la década del 50 y el 60 sobre todo. Convocaba tanto a la estudiantina del Clínicas como a personajes reconocidos, artistas y dirigentes políticos. “Ahí hacían la semana del estudiante, cayera miércoles, viernes o domingo, festejaban toda la semana el día del estudiante en la Carlina”, nos cuenta Lunita Altamirano. Recuerda también que cortaban la calle Colón y, cuando pasaba el tranvía, los estudiantes se subían a éste junto con una camilla y hacían escenas de teatro o simulaban operar a una persona. "Hasta mirá lo que hacían, llenaban el tanque de agua con vino, ¡y después abrías la canilla y salía vino!”. Gracias José "Lunita" Altamirano

El 160 amarillo

En la esquina de Enfermera Clermont y Humberto 1°, Ana recuerda lo que sería su casi único y más utilizado, medio de transporte: el ómnibus “160” de color amarillo que unía la zona norte de Córdoba (Villa Allende, Arguello) con Ciudad Universitaria. En aquella época, se consideraba que era el comienzo de una renovación del transporte público donde se empezaron a utilizar colores para distinguir cada rodado. Específicamente, el 160 amarillo pasaba detrás del cementerio San Jerónimo, doblaba y tomaba la avenida Colón. Nos cuenta, que en aquellos días, debía juntar las monedas para abonar el pasaje, y que rara vez el colectivo iba vacío. Era un espacio que se compartía entre vecinos, estudiantes y trabajadores ya que el recorrido unía estratégicamente -a través de la reconocida avenida Colón- varios puntos alejados del área céntrica de la capital cordobesa con Ciudad Universitaria. Gracias Ana Mazzoni

La tira negra

Sin poder, o querer, recordar el año ni el mes, Oscar vivió un episodio que lo dejó perdido y confundido. Él regresaba de trabajar, como muchas personas en aquella época, y fue sorprendido por oficiales, quienes le vendaron los ojos con una cinta negra, lo revisaron e interrogaron. Fue acompañado hasta su casa, donde recuerda que le sacaron todo, le desmantelaron su pequeña habitación. De repente, las palabras que más anhelaba escuchar: "no tenés nada, no tenés nada". Papel en puerta y otro en bolsillo, Oscar tuvo que limitar su actividad diaria hasta las 19 hs, más allá que el permiso era hasta las 22 hs. La tira negra que le pusieron alrededor de la cabeza es lo que entendemos como lo inexplicable, aquella sensación de que la situación lo llevaría a ser, como él sostiene, un caso perdido. Gracias Oscar Leguizamón

Belgrano

Alberdi, con sus calles y su Club Atlético Belgrano, despiertan en su gente sentimientos y emociones que quedan cortos cuando se los ponen en palabras. Pablo Charras, nos cuenta: “Un día que veníamos a la Piojera a ver una película con unos amigos, yo debo haber tenido unos diez u once años, justo ese día jugaba Belgrano. Entonces nosotros veníamos en el 30, bajamos acá en el Cassaffousth, y cuando empezamos a caminar por la calle Chubut se escuchaba ensordecedor el grito de la hinchada. Yo recuerdo que levanté la cabeza y vi el edificio viejo que estaba justo en la esquina, y dije: ¡Cómo me gustaría vivir acá!” Como gran hincha, guarda en su memoria momentos como aquel festejo de los 100 años, y el glorioso día del ascenso: “lo vimos acá, ese día no pude viajar porque justo se enfermó mi mamá. El día del primer partido la internaron, y cuando terminó me fui con gorro y bandera porque era el único momento en que la dejaban ver”. Nos cuenta que si hiciera un recuento de las...

La llegada del hombre a la luna

Corría el año 1969 cuando Ana Mazzoni, junto a sus compañeras de pensión, pudieron visualizar el histórico momento de cómo descendía el hombre a la Luna. Este evento televisivo, visto por alrededor de 600 millones de tele-espectadores, significó un suceso que no sólo dejaría una huella en la humanidad, sino también en la memoria de Ellas. Recuerda que en aquel momento, Alberdi era reconocido por albergar alumnos de distintas especialidades, pero primaban aquellos de medicina. Ya que no todos contaban con televisores en sus casas, en ésta residencia, de Doña Rebeca, recibieron estudiantes que se acercaron curiosamente a ver el espectáculo, para ser testigos de este hecho lunar. Sentados frente al televisor, con sus imágenes en blanco y negro, mirando atenta y entusiasmadamente, observaron aquel momento en que se conectaron con el espacio; donde las imágenes de lo que muchos sostenían como un logro compartido, se estaban convirtiendo en realidad: la conquista de la Luna. Gracias...

El poema de "Lunita"

José Lalo Altamirano, apodado “Lunita” es  un vecino del Barrio, integrante de la agrupación barrial cultural “Lunita de Alberdi”, ex  conductor radial en FM Libre, y fanático de Belgrano y del folclorista Chango Rodríguez. Nos recitó su poema que le dedica a Barrio Alberdi: Porque he nacido en tu alma Hoy yo te quiero brindar En este simple poema Mi más sencillo cantar Eres el barrio querido Y a mi manera te siento Porque en tus calles he vivido Tantos hermosos momentos Jamás me  podré olvidar De aquella barra de pibes Que hasta el campito nos íbamos A la pelota jugar Hoy al rememorar El paso de aquellos días Tantos recuerdos sentidos Quisiera volver a hallar Con Juancito con el Vito Ir a la plaza Colón O tal vez a cine Select O acercarnos al club Tigre A jugar al metegol Y cruzando Duarte Quirós El Colegio Nacional Ese que me viera entrar A sus aulas cuando niño Te acordás mi viejo amigo Qué trenzadas se fo...