Alberdi es también escenario de encuentros. Estos dos vecinos, se
conocen en el ir y venir de las calles. Se veían cotidianamente porque ella
tenía una verdulería en la zona. Nos cuenta Oscar, que el primer acercamiento
fue cuando se encontraron en las torres, cerca de donde él vivía. ...entre
charlas y consejos, ella le habló de que encerrarse en la tristeza no hacía
bien, que lo invitaba cuando quisiera a charlar y tomar unos mates, fue un gran
apoyo en el duelo de su viudez, para él. Reina nos cuenta que un día, ella
estaba pegando unas baldosas en la vereda y pasa Oscar: “venga, deje, ya se las
voy a pegar yo!”. Así entre picadas, cervecitas y mates, hace más de diez años
que están juntos.
En la esquina de las calles Neuquén y Colón se encontraba el almacén “Victoria”, el último almacén de ramos generales que funcionó en Alberdi. Perteneciente a una familia turca, quedará en el recuerdo de todos los estudiantes y vecinos la mesada de mármol, la estantería altísima de madera, los cajones y las botellas antiguas. “Ustedes entraban y encontraban desde un rallador para zanahoria hasta un par de alpargatas. De todo!. Conservaban esos estantes de madera, las cajoneras con puertas de vidrio, donde se veían los fideos, la yerba, si querías todo suelto. Tenías las cucharas, una máquina registradora antigua que le daban manija. Me acuerdo todas esas cosas. La viejita tenía un bracerito, porque cocinaba con carbón, ahí ponía la pava permanentemente porque, a pesar de que era turca, vieras cómo le gustaba el mate, tomaba muchísimo!. Y como me tenía confianza, yo iba siempre y me hacía pasar, me decía " vení vení pasa acá vení a tomar mate conmigo" y tomábamos mate, ...
